domingo, 10 de noviembre de 2013

BUITRE LEONADO. LA MUDA Y LA DETERMINACIÓN DE LA EDAD: SEGUNDO AÑO

Para no perderse en lo que va a venir en las siguientes entradas, comienzo con los conceptos básicos de las plumas del buitre que voy a usar para el patrón de muda. Como todas las rapaces, los buitres presentan 10 primarias, que se enumeran como aparece en la imagen de abajo (imagen realizada por Luis Palomares). Por el contrario, el buitre leonado es la rapaz con mayor número de secundarias del holártico, un total de 25 en cada ala. 

Cuando realizo el patrón de muda de una rapaz, y en el caso del buitre no lo es menos, pongo las llemas de los dedos en el nacimiento de la P10 y voy avanzando hacia dentro del ala, siguiendo con la vista cada una de la pluma y con los dedos tocándola para detectar huecos. Si no se hace así, resulta muy fácil colarte plumas, sobre todo secundarias. Yo suelo ir cantando el año en el que ha sido mudada cada pluma, así como el estado de crecimiento en fracciones de quintos. Luego, en la base de datos las paso a los códigos de muda habituales. De esta forma, resulta difícil equivocarse y fácil corregir los errores.


Los buitres de segundo año, como ya he comentado en anteriores entradas, suelen estar vagando por extensas áreas buscando comida fácil. Por lo tanto, estos ejemplares suelen tener un alto gasto energético debido al desconocimiento del territorio y de las fuentes de alimento. Dicho de otra manera, son inexpertos. A esto hay que añadir que ante una comida, los jóvenes suelen quedarse rezagados, en los bordes, esperando que los adultos, dominantes, se sacien y les dejen un hueco.

Las peleas jerárquicas son habituales en presencia de comida.


No es de extrañar, por tanto que comiencen a mudar bastante tarde. De hecho, la extensión de la muda al final del invierno de su 2ac reflejará la situación que ha vivido el animal a lo largo del año. Algo que aún no ha empezado a usarse en estudios de ecología, pero que presenta grandes posibilidades.

En la siguiente imagen os muestro el primer plano de un ejemplar de segundo año (17 de mayo 2013). Observad que el pico sigue siendo completamente negro, el iris también y la gorgura muestra las plumas largas y marrones de juvenil. En este caso el cuello presenta los tintes típicos causados por la sangre, barro y demás elementos que tiñen los plumones. Este ejemplar aún no había comenzado a mudar las plumas de vuelo, pero en el dorso se puede ver que hay plumas más oscuras que otras. El plumaje ya no es monocormático, sino que comienza a ser arlequinado, contrastando las plumas marrón claras, juveniles, con las recien mudadas, marrón oscuras y brillantes.



En la imagen inferior os muestro otro ejemplar de segundo año. Fijaos que éste apenas presenta variación en las plumas del manto. Este ejemplar fue anillado en nido el 15 de mayo de 2012 en los Pirineos centrales franceses y le fotografié en Sopuerta, Bizkaia, junto a Imanol Gómez, el 28 de junio de 2013. Su conducta era muy tímida, costándole mucho entrar a comer entre el grupo de adultos.


Esta otra imagen muestra la cabeza de un ejemplar de 2ac el 13 de octubre de 2010. Fijaos que aún apenas ha cambiado nada con respecto a la foto de la cabeza de un ejemplar de 1ac. Sin embargo, si os fijais en la espalda vereís que presenta un arlequinado de colores producido por la mezcla de plumas lanceoladas, marrón claras, de pollo y las redondeadas, marrón oscuras mudadas. Además, el ala de este ejemplar presentaba ya una muda activa de primarias.


Pero, ¿cómo y cuándo comienzan la muda los buitres de segundo año? Como he comentado, la muda de las plumas del manto y vientre comienza en mayo aproximadamente. Sería como el precalentamiento antes del pistoletazo de salida. Ninguno de los ejemplares de 2ac que he manipulado había comenzado a mudar plumas de vuelo (primarias y secundarias) en abril. De hecho, el ejemplar más adelantado presentaba las PP1 creciendo a 1/5 el 11 de mayo.
Una gran mayoría de ejemplares empieza la muda con las PP1, aunque un porcentaje del 12,5% salta estas plumas y comienzan con las PP2. En la figura siguiente os muestro como mudaría el ala un ejemplar de 2ac en una temporada entera (mayo-diciembre). El color negro muestra las plumas detectadas mudadas en los ejemplares analizados y su extensión en la pluma (del dibujo) muestra el porcentaje de ejemplares que había mudado esa pluma. Por ejemplo, la P1 presenta un 12% de la superficie blanca, lo que quiere decir que un 12% de los buitres de 2ac analizados no habían mudado esa pluma. En cambio, la P5 apenas presenta un 20% de la pluma negra, lo que quiere decir que sólo 1 de cada 5 buitres consiguen llegar a mudar esa pluma en su primera muda. 




 

Hacia mediados del verano, cuando los buitres ya han mudado dos o tres primarias de cada ala, de forma simétrica, comienzan a mudar las secundarias. Normalmente comienzan con la S25 y le sigue la S24. En septiembre pueden seguir con otros tres o cuatro focos de muda (las flechas azules de la imagen de arriba muestra esos focos y como prosigue la muda). No obstante, como podeís ver, la cosa tiene mucha miga, puesto que el porcentaje de secundarias observadas ya mudadas es muy bajo. Esto se debe a que los buitres, en su primera muda, potencian el cambio de las primarias, moviendo los recursos energéticos hacia ellas, dejando, si acaso, las secundarias para el final del verano.

En la siguiente foto os muestro el ala izquierda de un ejemplar de 2ac capturado el 20 de agosto de 2005. Fijaos: 
  •  Las P1 y 2 son nuevas, mucho más anchas que las vecinas, y redondeadas. Hay que fijarse en el raquis negro, que contrasta con el raquis marrón de las viejas, así como en el borde de la pluma, sin flecos. De hecho, se observa que la P2 es más nueva que la P1. Además, presenta un hueco de la P3 que estaba tirada.
  • Las S5 y S9 están creciendo a 1/5, son más anchas que las secundarias vecians y la punta es redondeada.
  • Las S6 y S11 están recien tiradas.
  • Las cobertoras primarias de las P1-P3 están tiradas o ausentes. Va con cierto retraso, dado que las cobertoras priamrias se mudan de forma sincronizada con su respectiva primaria.
  • Lo mismo ocurre con las cobertoras mayores. Fijaos que hay huecos en las cobertoras en los mismos puntos en los que fatan o crecen las secundarias.
  • La flecha de arriba a la derecha muestra una cobertora mayor creciendo, redondita, mucho más ancha que las vecinas, y con un tinte beig rodeándola. Esta pluma anuncia la tirada de su respectiva secundaria.
  • El resto de las secundarias presentan el mismo tono de color y desgaste, además aún se puede ver la punta de lanza del patrón juvenil, aunque ya va muy desgastado.
  • Las primarias P4-P10 son también del mismo color y desgaste, así como sus cobertoras primarias.
  • Si miraís las cobertoras pequeñas, vereís que hay un gran porcentaje de plumas mudadas, redondeadas, oscuras, mientras que las de pollo son lanceoladas, raídas y claras.


En esta otra foto de abajo, tomada el 13 de octubre de 2010, se observa:
  • Este ejemplar va muy lento con las primarias, sólo ha mudado las tres primeras (la P3 está creciendo a 4/5).
  • Las cobertoras primarias CPP1-3 son nuevas, de patrón de adulto: más anchas y redondeadas que las de patrón juevnil.
  • La muda de las secundarias comenzó con su foco en la S25 y va hacia afuera.
  • Entre la S25 y la S16 presenta dos plumas crecidas, una a 4/5 y el resto tiradas. Esto no suele ser muy común, dado que no es normal huecos tan grandes y seguidos en las mudas.
  • La S3 está tirada y la S4 crecida, nueva, siendo este su segundo foco de avance de las secundarias.
  • Presenta un tercer foco en la S14, recién tirada.
  • Atentos con las cobertoras mayores de las secundarias mudadas, son redondeadas con el borde de la pluma de color beig y el centro negro.

De cuando en cuando se observan sucesos raros, ejemplares que superan con creces los valores medios. Por ejemplo, este ejemplar capturado el 13 de octubre de 2010. El ala izquierda, la de la foto, presentaba la P1 (la primara mudada) nueva, la P2 saltada (de pollo), las PP3-8 nuevas, mudadas rápidamente, la P9 creciendo a 4/5 y la P10 retenida. Asimismo, había mudado la S25 (primer foco), la S22 y la S19. La S15 la tenía a 2/5 (segundo foco) y la S1 estaba tirada (tercer foco).
Sin embargo, este mismo ejemplar mostraba una muda más normal en el ala derecha, de forma que tenía nuevas la P1 y la P2 y la P3 estaba creciendo a 4/5. No había tirado ni una sola secundaria del ala derecha.
No cabe duda de que este individuo tuvo que haber padecido algún problema hormonal, de estrés, accidente, etc., que derivase en ese proceso de muda alocado del ala izquierda.


Esta otra foto, tomada el 16 de septiembre de 2005 muestra un suceso extraño. Por la razón que fuese, este ejemplar había perdido a la vez las PP7-10 del ala izquierda y le estaban creciendo de forma simultánea. Este ejemplar volaba perfectamente, aunque el coste derivado del esfuerzo de volar con esa carencia de plumas debía ser elevado y le tenía que estar pasando factura.


Los ejemplares de segundo año suelen acabar de mudar a finales de noviembre, comienzos de diciembre. En estos siete meses mudan, por término medio, 7,3 primarias (desv.est = 1,6, rango 4-11) y 8,5 secundarias (desv.est. = 9, rango 0-20) considerando las dos alas. La muda es claramente simétrica (en torno al 95%).

Los ejemplares de segundo año aún tienen un largo camino por delante y deberán ir aprendiendo a  buscar recursos y a pelearse por un hueco en la jerarquía social. Mientras tanto, la muda irá avanzando y nos irá mostrando detalles de sus vivencias.






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