Llegado un momento, con lo que conocemos hasta ahora, no podemos ajustar con precisión la edad de un ejemplar adulto, salvo decir si es un 4ac+, 5ac+ o 6ac+ en algunos casos excepcionales. Como veremos, la muda se convierte en un caos, sin orden aparente y con una severa asimetría entre alas, que agudiza aún más la impresión del caos.
No obstante, recientemente nos han aceptado un artículo en Journal of Raptor Research del que hablaré más adelante, en el que venimos a decir que podría darse la muda interesada de ciertas plumas por parte de cada ejemplar. Lo que es lo mismo, cuando un ave, como el ratonero, que tarda dos años o más en realizar la muda de todas las plumas, puede desarrollar un mecanismo por el cual active la muda de ciertas plumas dañadas, anticipándose al de las plumas que le debería corresponder. De ahí que la muda en estos ejemplares no siga un patrón, y de ahí que no se observen plumas rotas antiguas en las aves adultas.
Pero, de momento, sigamos centrados en los ratoneros y en su muda.
Una vez un ratonero ocupa un territorio, una de sus prioridades es la reproducción. De forma que cada año dedicará un esfuerzo considerable en llevarla a cabo. La energía enfocada a sacar adelante su prole será energía restada al proceso de muda, que podrá ser compensada con abundancia de alimento en territorios de buena calidad, la calidad del individuo, su conocimiento del territorio y experiencia vital. Así que la ecuación se complica. Lo que hemos visto, de forma preliminar, es que cuantos más pollos sacan adelante, menos plumas mudan. Pero ¿Porqué?. La muda, como tantos mecanismos biológicos, está sujeta a niveles hormonales, que suelen ser los mismos que se desatan para la ovulación y espermatogénesis (os recomiendo el libro "Avian Incubation", de D.C. Deeming, editorial Oxford) y son similares a los que desarrollan las mujeres. Por ejemplo, la Oxitocina, una hormona indispensable en el parto de las mujeres es la responsable de los procesos reproductores en aves. Las hembras de las aves rapaces experimentan un pico hormonal justo cuando van a poner el primer huevo. En ese momento, esas mismas hormonas provocan el inicio de la pérdida de plumones, activándose el inicio de la muda. Asimismo, al poner los huevos, el contacto con ellos dispará los niveles hormonales provocando que se desarrolle la placa incubatriz, que se va pelando de plumas, vascularizando e incorporando una película grasienta. Sin embargo, a pesar de que alrededor del nido ya hay una película de plumón, la muda de las plumas de vuelo aún se va a retrasar unas semanas. En el caso de las hembras comienza en torno al nacimiento de los pollos, mientras que en el caso de los machos se va a retrasar unas semanas más. Esto se debe a que los machos deben gastar energía en cazar y llevar alimento para la hembra y los pollos, y mantenerse en forma, por lo que no pueden permitirse el lujo de mudar. Cuando los pollos son grandes las hembras comienzan a cazar y los machos pueden entonces permitirse el lujo de comenzar la muda.
A continuación os muestro un caso práctico que ilustra esto.
Nido de ratonero en Maruri, Bizkaia, el 4 de junio de 2005. Este nido estaba en un Pinus radiata (como no!), accedimos al nido y anillamos dos pollos de 25 días. Posteriormente abandonamos la zona y a cierta distancia colocamos una red y capturamos al macho.
Este es el macho en cuestión, en posición ventral:
Fijaos que tan sólo he marcado las plumas retenidas (flechas rosas). Estas plumas eran de 2003, dos años atrás. El resto de plumas fueron mudadas en 2004, un año atrás. Este ejemplar no había comenzado la muda.Fijaos que las P1 y P2 podrían ser consideradas plumas recien mudadas, pero lo cierto es que son de las últimas en mudar en octubre o noviembre de la temporada anterior. Fijaos también que no hay un patrón definido de muda. Los ejemplares adultos, como este caso, suelen conservar las plumas en mucho mejor estado que los juveniles, de ahí que tenga el ala inmaculada.
Para sacar la edad yo haría el siguiente cálculo: en su 2ac habría mudado las P1-P5,6 o 7, en su 3ac habría mudado las PP extrernas, en su 4ac reiniciaría el ciclo pero tendría alguna pluma juvenil retenida en pecho, espalda o alas. Siendo conservadores nos quedaríamos aquí, diciendo que es un 4ac+, pero las pistas nos llevarían a darle un 5ac+.
Además, este individuo es un ejempar rojizo, no tan rojo como otros que mostraré, pero con cierta intensidad para ser un ratonero reproductor en el norte de la península ibérica.
Fijaos en el patrón de la cola, con una franja apical y casi sin barras en el resto de la cola. Ojo! este sería uno de los criterios utilizados para separar B.b. buteo de B.b. vulpinus y Buteo rufinus. Pero como veís ¡no es concluyente!
Finalmente, el iris ya aparece algo más oscuro, aunque todavía debe oscurecerse mucho más.
Otro ejemplo, de otro macho reproductor, con un pollo de unos 30 días en el nido, capturado en Muskiz el 17 de junio de 2006. En este caso, como podeís observar, presenta una pluma en crecimiento activo, la P4. En las cobertoras primarias se observa la CP4 también mudada. El resto de plumas son de dos generaciones distintas, todas de adulto. Siendo conservadores le daríamos un 4ac+, aunque podría adjudicarse un 5ac+.
El mismo ala vista por debajo. En este caso, a diferencia del anterior, de Maruri, las plumas están bastante deterioradas para lo que sería esperable de un ejemplar adulto.
Detalle de la cara y el iris.
Otro ejemplo, de otro macho reproductor, con un pollo de unos 30 días en el nido, capturado en Muskiz el 17 de junio de 2006. En este caso, como podeís observar, presenta una pluma en crecimiento activo, la P4. En las cobertoras primarias se observa la CP4 también mudada. El resto de plumas son de dos generaciones distintas, todas de adulto. Siendo conservadores le daríamos un 4ac+, aunque podría adjudicarse un 5ac+.
El mismo ala vista por debajo. En este caso, a diferencia del anterior, de Maruri, las plumas están bastante deterioradas para lo que sería esperable de un ejemplar adulto.
Detalle de la cara y el iris.
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