domingo, 26 de octubre de 2014

BUITRE LEONADO: LA EDAD SEGÚN LOS CARACTERES SECUNDARIOS.

En la entrada anterior he introducido las variaciones de color y forma de gorquera, pico e iris de los buitres subadultos y adultos, lo que nos permitirá obtener más datos de los buitres objeto de estudio, aunque no los capturemos y conozcamos su patrón de muda. Simplemente con fotografías podremos aproximarnos a los grupos de edad que aparecen en un lugar y en un momento dado. Esto nos puede permitir desarrollar trabajos de dinámica de poblaciones para una especie que, como el buitre leonado, es abundante y ampliamente distribuido por la geografía ibérica, pero que es una de las menos tratadas en trabajos de dinámica de poblaciones, biología evolutiva, ecología, etc.

Por ejemplo, y como comienzo de esta sección, presento esta foto retrato. ¡La luz es ideal y el modelo ha posado para la foto! Nos fijamos en los detalles (no tenemos las alas para sacar otros datos): 1- el pico es casi blanco, lo que nos llevaría a un adulto, 2- el iris es castaño, pero aún no es muy claro, lo que nos llevaría a un subadulto, 3- la gorguera tiene la clave. Hay que fijarse que las plumas de la gorguera son una mezcla de plumas largas pardas, juveniles, y plumas cortas y blancas, adultas. Este ejemplar, a falta de otros datos, estaría entre los 5 y 8 años de calendario.


Este otro ejemplar, cubierto de sangre, presenta los caracteres de adulto, pero en la gorguera aún le queda alguna pluma larga. ¿O se trata de plumas apelmazadas por la sangre?


Este tercer individuo es notablemente diferente a los anteriores. El pico es blanco, el iris ya es  de color avellano claro y las plumas de la gorguera son todas cortas y blancas. Este ejemplar tiene más de 10 años de calendario.


Este otro, diferente del anterior, cumple los mismos criterios, por lo que se trata de otro buitre de más de 10 años.


Pero bueno, vamos a ir por orden para mostrar como evoluciona con la edad estos tres caracteres. 


Buitre 4TA.

Anillado en octubre de 2006 como de 1er año de calendario. La foto fue sacada en junio de 2010. Por lo tanto, 5º año de calendario.
El pico se le ha aclarado por la parte superior frontal, pero aún es muy oscuro, el iris es marrón oscuro y en la gorguera dominan las plumas largas y marrones. No se ven plumas cortas blancas.
De no haber estado anillado, con lo que se ve en las coberteras grandes (mudadas), habría dicho que era un 4-6 año de calendario.

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Buitre 4UA.

Anillado en octubre de 2005 como de 3er año de calendario, primera foto. 
El pico aún es muy oscuro, casi sin blanco en la punta frontal superior, el iris sigue siendo negruzco y las plumas de la gorguera aún están relativamente bien, son largas y pardas.
Posteriormente, en otoño de 2010, Imanol Gómez, le sacó la segunda foto. Entonces ya era un ejemplar de 8º ac.
El pico es blanco, el iris ya es bastante claro y en la foto no se aprecia bien si aún tiene plumas juveniles en la gorguera. Este ejemplar, sin una foto de detalle, pasaría perfectamente por un adulto.





Buitre 4U0.

Anillado en octubre de 2005 como de 6º ac
El pico aún es oscuro, pero ya tiene una gran superficie blanca de la zona frontal superior, el iris es de color avellana y en la gorguera tiene prácticamente la mitad de las plumas de diseño juvenil (marrones y largas) y la otra mitad adultas (blancas y cortas).



Buitre 4T9 y 4UT.

Esta otra foto de Imanol Gómez en 2011, muestra dos buitres anillados, el primero de la derecha es el 4UT, con el que volveré después, pues es muy viejo, y el que está en el centro es el 4T9.
El 4T9 fue anillado en el nido en el año 2007, por lo que en esta foto es un ejemplar de 5º ac. Muestra las características típicas de esta edad: pico aclarándose en la parte superior frontal, pero poco, iris pardo oscuro y la gorguera ocn predominancia de plumas juveniles (marrones y largas),


Buitre 3P7.

Este ejemplar fue anillado y marcado en el ala en la Sierra de Mariola, Alicante, en el 2006 como de primer año. Esta foto está sacada en Sopuerta, Bizkaia, en 2011. Por lo tanto este buitre es un 6º ac.
Se observa que el pico es prácticamente blanco, lejos del color del 4U0, el iris es claro y en la gorguera se le ven plumas juveniles, pero pocas.


Buitre 4RV.

Este ejemplar (el de la izquierda), como el anterior, fue anillado como 1er ac en 2006 y la foto la tomé en 2011. Por lo tanto es otro ejempalr de 6º ac. Nótese que no se parece en nada al anterior, sino que es más parecido al 4U0, con muchos rasgos juveniles aún en el pico, iris y gorguera.
Las diferencias entre éste y el 3P7 pueden deberse a variaciones individuales, que las hay, o a que al marcar al 3P7 no se le asignó bien la edad o al trmaitar el control hubo un fallo en los datos.


Buitre 6M8

Este ejemplar lo anillamos en el nido en mayo de 2005 y la foto la tomé en mayo de 2013. Por lo tanto, este buitre es de 9º ac.
En la foto no se aprecia el pico ni el color del iris, pero si se observa que en la gorguera aún tiene varias plumas largas, marrones, muy desgastadas y raídas.

Buitre 4RM

Este ejemplar lo anillamos en octubre de 2005 como 4º ac. En las dos primeras fotos de detalle se aprecian los rasgos claros de esta edad. Pico aclarándose, iris achocolatado claro y gorguera con predominio de pluma sjuveniles en buen estado.
La tercera foto la tomé en la primavera de 2012, cuando el ejemplar estaba en su 12º ac. En esta tercera foto ya se ve a un buitre adulto, sin ningún rasgo subadulto, con el pico blanco, el iris claro y la gorguera con plumas de adulto, cortas y blancas.





Buitres adultos


Hacia los 9 o 10 ac desaparecen las plumas largas marrones de la gorguera. Todavía, en algún ejemplar de 9 ac se puede observar alguna pluma aislada entre el mechón de plumas cortas, pero para ello hay que revisarlo a corta distancia y con detenimiento.
En cualquier caso, una vez llegados a esta edad, los buitres todos parecen "iguales", ¿o no?. En principio, como en los ejemplares de la foto, los adultos tienen el pico blanco, salvo la punta, el iris de color avellana claro a amarillo, y la gorguera como un pompón blanco de plumas uniformes, cortas.
En el caso del primer ejemplar, el 81M, este fue anillado en el 2009 y datado como 10 ac+ (10 años o más) y la foto la tomé en 2011, dos años después: 12 ac+.





En este otro ejemplo presento al 4PT, un ejemplar que capturamos en 2005 ya de adulto y que en la primera foto aparece 7 años después, en 2012, con 17 ac+, y en la siguiente foto con un año más, 18 ac+ en 2013. ¡Mucho cuidado! en la primera foto la gorguera está blanca, mientras que en la segunda foto se ve de un tono pardusco. La diferencia de color estriba en que en el primer caso se habría aseado, mientras que en el segundo caso aún no habría podido limpiar los tonos que le deja la sangre tras una comida.





En esta fotografía muestro un ejemplar adulto que se estaba alimentando de un jabalí perdido en una montería. Toda la sangre pegadas a las plumas de la cabeza y el cuello se resecará y mientras el buitre no se limpie a fondo, con baños de agua, la sangre teñirá las plumas como en el caso del 4PT de arriba.




En esta otra foto muestro al 4PH, otro ejemplar de 15 ac+, con el pico blanco, el iris amarillo y las plumas de la gorguera marrones por la caladura que llevaba encima.





No obstante, esos ojos amarillos no los tiene un buitre cualquiera, no al menos uno que tenga menos de 10 años, hasta donde yo he podido ver.

Os muestro una mirada penetrante de un buitre adulto con el iris tornándose amarillo. En el iris se pueden apreciar puntos y manchas amarillas que se van apoderando del tono avellana.




¿Hasta donde pude llegar el desgaste de color?

Os presento al 4UT, en 2005 en la primera foto. Le bautizamos con el nombre de Matusalén. Cuando lo capturamos nos sorprendió el desgaste del color, no sólo del iris, sino del pico y hasta de las narinas. Incluso las uñas eran blancas, como se puede apreciar en la segunda foto.
En la segunda foto, ocho años después (2013), incluso se le ve más ojeroso y se nota que ha seguido perdiendo el color en la base de las narinas.
¡Impresionante animal! 






sábado, 11 de octubre de 2014

BUITRE LEONADO: LA MUDA Y LA DETERMINACIÓN DE EDAD A PARTIR DEL 5º AÑO DE CALENDARIO

Patrón de muda subadultos:

Como hemos visto hasta ahora, determinar la edad de los buitres mediante el patrón de muda era relativamente sencillo si se tiene claras las pautas a seguir. No obstante, a partir del quinto año de calendario la cosa se complica mucho más. Salvo alguna excepción, como se ha mencionado en el apartado anterior, ya no se observan plumas juveniles en las alas y ahora aparecen 2 ó 3 generaciones de plumas de adulto.
Hay una serie de factores que debemos tener en cuenta:
1- Los buitres de quinto y sexto año aún pueden mostrar un patrón de muda más o menos ordenado y con una simetría próxima al 80% entre las dos alas.
2- Los buitres subadultos van a mostrar tres generaciones de plumas de adultos.
3- Los buitres subadultos van a mostrar caracteres juveniles secundarios (ver en el tercer subapartado): gorquera, pico e iris.
4- Los buitres adultos mudan más rápido que los subadultos y sólo suelen diferenciarse dos generaciones de plumas de adulto con una gran asimetría entre ambas alas.

Analicemos el siguiente buitre, capturado en octubre:
He colocado una serie de flechas para que se vea el patrón de muda (negras- mudadas en el año en curso, azules- mudadas el año anterior, verdes-mudadas dos años atrás).


No podemos ver con claridad la muda de las secundarias, así que le damos la vuelta y sumamos datos:


Uniendo la información de ambas caras del ala, podemos ver con claridad tres generaciones de plumas de adulto y la sospecha de una posible pluma juvenil (flecha roja). El grado de desgaste es tal que no podemos asegurarlo. Sin embargo, este ejemplar mostraba el pico, el iris y la gorguera de un individuo joven, por lo que podríamos atrevernos un poco más.

Se observa que ya se ha comenzado a dar un salto desordenado de la muda. La P1 y la P2 son de la misma generación que la P5 y que la P9. Este patrón no seguiría un orden lógico de muda, pero ya hemos visto en las entradas anteriores que hay demasiados factores que hacen que la variabilidad de la muda sea elevada.
Según un criterio conservativo, podríamos decir que este ejemplar es de 5º ac o más, pero según el patrón de muda, el orden de las plumas mudadas y el diseño de los caracteres secundarios, yo diría que es un 6ºac.

El mismo día que capturamos el buitre anterior, capturamos a este otro, anillado de pollo en nido, con edad conocida por tanto: 8ac. Aún presentaba caracteres secundarios juveniles, pero la muda de las primarias estaba sufriendo un claro desajuste:



Esta muda no se debe a que el animal estaba fuerte y estaba mudando "a lo bestia" sino que este buitre tenía un desarreglo hormonal causado por factores que se me escapan pero que pueden tener relación con la condición corporal, substancias tóxica en la dieta, parásitos, etc. De hecho, no hay más que mirar el ala izquierda:



Las plumas nuevas, de la P4 hasta la P10, están "defectuosas", incluso la P8 está saliendo torcida. Fijaos en el desgaste de las plumas cerca del raquis.
Una pluma primaria de un buitre suele tardar un mes en crecer por completo. Un buitre no se puede permitir el lujo de mudar varias primarias a la vez, dado que le supone un gasto energético extra para volar en condiciones y, por lo tanto, desplazarse para alimentarse, además de los requisitos energéticos que la propia muda demanda. Por lo tanto, en situaciones como esta, el buitre debe movilizar recursos para conseguir que le crezcan en el mínimo tiempo posible todas las plumas perdidas. Eso hace que el buitre se debilite en exceso y que las nueva splumas crezcan deficitarias, débiles y quebradizas.
En definitiva, este ejemplar ya está condenado, pues tendrá que intentar sobrevivir al invierno con unas plumas que seguramente no le aguanten, se irán rompiendo y seguirá perdiendo condición corporal, hasta que ya no pueda más. De hecho, su cadáver apareció a la largo del invierno.
En caso de sobrevivir, este será uno de los ejemplares que harán demasiado complicado el sacar un patrón de muda lógico.

Patrón de muda adultos:

Los buitres adultos suelen comenzar la muda en abril y la prolongan hasta diciembre. No obstante, esto varía en función de una serie de factores, entre los que destacan la latitud, el clima de la región, el estatus reproductor, la fuente trófica y la edad del animal.
Así, es relativamente normal que en el sur de España se vean buitres mudando en enero y febrero, cuando en el norte es un suceso muy raro. La diferencia es que los inviernos en el sur suelen ser secos y con temperaturas benignas, mientras que en el norte la lluvia y el frío es constante y los buitres deben pasar días enteros sin poder moverse de las paredes, reteniendo energías. En este periodo resulta poco práctico derivar energías a la muda, cuando esas energías pueden suponer la diferencia entre superar o no el invierno. Además, algunos buitres comienzan la puesta en enero, lo que supone otro gasto energético considerable, sobre todo de las hembras. Asimismo, durante el celo y la construcción del nido, ambos adultos dedican muchas horas a estos menesteres, reduciendo el número de horas dedicadas a la búsqueda de alimento.
Todo esto puede alterarse si los buitres ocupan un área con una fuente de alimento predecible y disponible de forma continua en el tiempo, como un muladar abastecido cada pocos días. En tales circunstancias, los buitres dedican pocos recursos energéticos a la búsqueda de alimento y su estado corporal es bastante bueno, incluso durante los periodos críticos. Esto les permite movilizar recursos a la muda.
Por último, no es igual el conocimiento del medio de un buitre de 7 años que el de uno de 40 años. Los buitres viejos controlan su territorio, las señales del medio, las fuentes tróficas y regulan mejor las reservas energéticas del cuerpo. Por esta razón, a partir de los 8-10 años los buitres hacen una muda completa de todas las plumas en dos años, no en tres o hasta cuatro como les pasa a los jóvenes. Por término medio, los adultos mudan en un año el 48,9% de las primarias y el 56% de las secundarias.

En la siguiente imagen os muestro un buitre de más de 10 años capturado en febrero.






Las flechas, como siempre, indican la muda. En este caso sólo hay dos colores, el negro que indica la última muda y el azul que indica las plumas mudadas un año antes. Estamos en febrero de 2009, por lo que las flechas negras indican plumas mudadas en 2008 y las azules del 2007. ¡Ojo! la P3 parece nueva, recién crecida. Efectivamente, esta pluma fue la última que creció, posiblemente en diciembre.
Hay que tener en cuenta el desgaste diferencial entre la primera pluma que crece en abril y la última de diciembre. En estos ocho meses se observa ligeros cambios de color y de desgaste, pero las diferencias son notables con respecto al color y desgaste de las plumas de un año atrás.

En los buitres adultos la simetría entre ambas alas ronda el 66,7% en primarias y el 53% en secundarias. Además, hay plumas que se mudan de forma más frecuente que otras, posiblemente por su situación en el ala, su función y el mayor desgaste.

En este otro ejemplar adulto, capturado el 25 de septiembre de 2009, se observa como las plumas que ha mudado durante esta temporada son aún escasas: tres primarias y siete secundarias nuevas + tres secundarias creciendo. La P5 es una pluma del 2007 que deberá ser mudada en breve. De hecho, a este ejemplar aún le quedan dos-tres meses de muda muy activa.




Si en la mayoría de las aves se da un proceso más o menos lógico de muda, siguiendo un patrón establecido, en el caso de los buitres leonados adultos esto no parece ocurrir o, al menos, no hemos sido capaces de encontrar una pauta. Como he comentado antes, los buitres mudan con mayor frecuencia unas plumas que otras y son capaces de hacer una muda "a la carta" de plumas tocadas. Esto se debe al uso que dan de las plumas, que no sólo les sirven para volar, sino que son parte del lenguaje corporal que utilizan los buitres para establecer jerarquías durante la alimentación, por ejemplo. Así, en las siguientes fotos se observan las clásicas peleas para posicionarse ante la comida, donde las plumas de las alas son arrastradas contra el suelo, las piedras y los matorrales, las utilizan para golpear, sufren torsiones, dobleces y una infinidad de afecciones a su integridad. Así pues, ante tal sufrimiento físico de las plumas, el mudar una pluma rota sería una estrategia de supervivencia.












Esto, no obstante no es compartido por los jóvenes y subadultos, que tardan más en hacer una muda completa y suelen presentar un estado del plumaje bastante peor que cualquier adulto.

Con todo, las plumas son imprescindibles para la supervivencia de las aves, y la muda resulta un elemento fundamental para que las plumas puedan mantenerse en buen estado a lo largo de la vida del ave. Si no fuese así y teniendo en cuenta las pautas descritas en este blog, ¿cómo se explicaría que la mayoría de los buitres presenten una condición de las plumas IMPECABLE?

Aquí dejo unos ejemplos de buitres con las plumas en perfecto estado.









La gorguera, el pico y el iris. Evolución lenta hacia la madurez:

En las entradas anteriores he ido mostrando como variaba el color del pico, del iris y la forma y color de las plumas de la gorguera de los buitres de 1 a 5 años de calendario. No obstante, lo mismo que ocurre entre nosotros, los humanos, se da una gran variabilidad inter-individual del grado de madurez de estos caracteres secundarios, por lo que las reglas no pueden considerarse como absolutas, pero si que nos pueden aportar pistas para establecer la edad o el rango de edad de un buitre, lo que puede resultar más preciso si se suma a la información obtenida del patrón de muda.

Si nos encontramos un buitre como el de la foto, con lo que hemos aprendido hasta ahora, podemos saber con seguridad que es un segundo año de calendario, en junio.



En la siguiente foto muestro en el centro a un tercer año a la izquierda y un segundo año a la derecha, en junio.



Pero, ¿qué ocurre cuando no tenemos más datos y nos encontramos buitres como los de la siguiente imagen?.



Todos los buitres de la imagen superior son subadultos de 4 a 6 años de calendario. No tengo los datos del patrón de muda, por lo que no puedo afinar más. Pero destacan sus gorqueras en las que predominan las plumas largas marrones, el pico se va aclarando por la zona superior de la punta, y el iris es aún oscuro. Además, todos muestran coberteras mayores de adulto, lo que me da una idea de que han hecho, al menos, dos mudas.

Hay que tener cuidado con las variaciones de color debido a factores individuales, la luz, el estado del plumaje y si se han alimentado recientemente. Me explico:

Este buitre de la foto de abajo está empapado y bastante sucio, lo que puede condicionar el color de la gorquera. En este caso no hay problema, dado que se trata de un segundo año. 



Sin embargo, en esta otra foto se observa un grupo de buitres totalmente empapados y con poca luz. En estas condiciones resulta muy complicado sacar alguna conclusión. Aunque en un primer plano, a la derecha, hay un buitre con las plumas de la gorguera largas y despeluchadas, por lo que debe tratarse de un subadulto.



Además, los buitres pueden tener la gorquera sucia por haberse alimentado de un cadáver fresco, empapándose las plumas de sangre.




En la siguiente entrada muestro buitres de diferentes edades y como varían sus caracteres secundarios: la gorguera, el color del pico y el color del iris.

sábado, 4 de octubre de 2014

BUITRE LEONADO: LA MUDA Y LA DETERMINACIÓN DE LA EDAD. CUARTO AÑO

Si hasta ahora la muda podía ser relativamente compleja, a partir de ahora se vuelve mucho más difícil de seguir y de entender. En el invierno podemos ver a los buitres de tercero a cuarto año de calendario con algunas primarias juveniles, fundamentalmente las PP 9 y 10 y varias secundarias. Estas ya tienen un desgaste muy acusado, están deshilachadas, rotas y con tonos marrones claros y sin brillo, que contrastan mucho con las dos generaciones de plumas de patrón adulto.
En abril comienzan a tirar las primeras plumas de vuelo, acabando con las primarias que le quedaban en la punta del ala y comenzando simultáneamente un nueva oleada de muda, en la P1 o P2. Además, siguen el proceso de muda de las secundarias, completando las que las quedaban por mudar a partir de los cinco núcleos de muda, y empezando ya con un nuevo ciclo.

En la siguiente figura "en negro" se colorean las rémiges que suelen mudarse en esta etapa (la porción de pluma que ocupa cada color es el porcentaje de plumas mudadas que hemos encontrado en los buitres analizados). Se observa que, aunque algunos ejemplares ya habían mudado todas las primarias en su tercer año de calendario, aproximadamente el 75% lo mudan en este cuarto año.


En el caso de la P1 se observa que hay tres colores. Esto se debe a que algunos ejemplares comienzan la nueva oleada de mudas en su tercer año y otros en su cuarto año, solapándose con las primarias externas. En las secundarias se observa como se van completando todas, y se comienza un nuevo ciclo, mudando algunas de las ya mudadas dos años atrás.

En esta muda comienza a darse la asimetría de muda entre ambas alas, lo que se convertirá en una pauta en el futuro. De momento, el 86% de las rémiges mudadas de un ala coincide con las del otro ala.

En su cuarto año, desde abril hasta diciembre, los buitres mudan una media del 40% de las primarias y del 37,5% de las secundarias. Al final de esta muda ya es muy difícil encontrar plumas juveniles retenidas, aunque casi siempre queda alguna, sobre todo secundarias internas.

En cuanto al resto de los detalles, el pico se va aclarando, pero aún presenta una gran superficie de color negro que variará mucho entre ejemplares. El iris comienza a aclararse,alcanzando un tono pardo avellana. El ejemplar de la foto estaba capturado en octubre, finalizando su muda.


En la siguiente foto se observa como las plumas de la gorguera aún siguen siendo marrones, largas, típicas de juvenil, pero entre ellas aparecen plumas blancas, más cortas, las que definirán a los adultos en el futuro. ¡Pero aún les quedarán unos años!



Este buitre, anillado en la Sierra de Mariola, Alcoy, Alicante, como primer año en noviembre de 2010 fue fotografiado en diciembre de 2013 en Sopuerta, Bizkaia. Se puede ver que el pico ya está bastante blanco, el iris aún es pardo y, como en el caso anterior, en las plumas de la gorguera predomina el patrón juvenil, aunque ya se observan mechones blancos.